Según las conclusiones del reciente estudio realizado por la Fundacion Bertelsmann, el paro juvenil es la principal traba de España para crecer económicamente. Manifiesta que «España ha perdido en viabilidad, pues la mala situación económica conlleva menos inversiones en educación, investigación y desarrollo y debilita los sistemas sociales». Este argumento nos lleva a reflexionar en la necesidad de establecer un nuevo modelo que abogue por la formación y la innovación tanto en las universidades como en cualquier centro de aprendizaje para hacer de nuestros/as jóvenes, libertadores de la crisis económica. Se hace necesario un nuevo modelo que asuma los grandes retos del mundo actual, donde la evolución tecnológica marca la dirección hacia nuevas estructuras organizativas con valores y exigencias absolutamente diferentes a los que tradicionalmente se venían adoptando.
A pesar de los nuevos sistemas de formación Dual que progresivamente adquieren mayor relevancia, hay conceptos que todavía tenemos que asentar en las aulas y preparar a los nuevos candidatos para un mundo diferente al que conocíamos. Para hacer posible la viabilidad de España, las empresas necesitan reclutar en sus equipos perfiles polivalentes con capacidad multidisciplinar y amplios conocimientos técnicos que aporten valor a las empresas. Las titulaciones académicas van perdiendo peso, pronto dejará de valorarse todo lo que has estudiado en la universidad, y se juzgará a los candidatos en función de qué saben hacer. De nada sirve que un Electricista tenga dos Licenciaturas y un Master si no ha instalado nunca un panel eléctrico. Las personas que aporten innovación, liderazgo y proactividad aportarán un trabajo de valor.
Las nuevas tecnologías han afectado en los perfiles que precisan las empresas y en el modo de su selección, así pues la habilidad y el manejo que las personas hagan de la tecnología será entendido como conocimiento. El constante desarrollo de aplicaciones y programas que facilitan y mejoran la productividad en el trabajo, hace necesaria la destreza para manejar nuevas herramientas. Probablemente esto no será un problema para las nuevas generaciones, entre las que vemos a pequeños de cuatro años manejando hábilmente móviles y tablets.
En definitiva, el mercado laboral actual requiere de trabajadores/as cada vez más cualificados/as que aseguren la competitividad de las empresas a medio plazo. Las nuevas generaciones deben poseer una gran versatilidad y capacidad de adaptación.
