11Feb

Pequeños gestos que revitalizan tu negocio

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Cada vez son más los negocios y las empresas locales que conscientes de la necesidad de aplicar mejoras continuas en estos tiempos, acuden a la formación. Necesitan la participación de formadores que analicen la situación de la organización y propongan medidas aplicadas a las circunstancias reales de cada caso. Por ello, Fondo Formación Euskadi ofrece una formación a medida, orientada a la mejora de la productividad y de la eficiencia, acompañando a las personas en la aplicación práctica de lo aprendido a de su puesto de trabajo.

La Viña del Ensanche es una pequeña empresa familiar ubicada en pleno corazón de Bilbao que lleva en activo desde 1927. A lo largo de estos 86 años, y siempre con la intención de ofrecer el mejor servicio, ha sufrido varias reformas para adaptarse al paso del tiempo. Juan Gonzalez, Gerente de La Viña y alumno de Fondo Formación Euskadi, relata su experiencia con una pequeña acción formativa organizada por Fondo Formación Euskadi para La Viña del Ensanche y la repercusión que ha tenido en el funcionamiento diario de su negocio.

«En la actualidad, somos un equipo de 27 personas para atender a los más de 10.000 clientes que, afortunadamente, nos visitan semanalmente. La exposición tan directa y prolongada al público (16 horas ininterrumpidas a diario) ha concedido a la comunicación interna o a la falta de esta, un valor tan importante para nosotros como lo es la calidad de los productos o los conocimientos específicos del trabajo; por todo ello decidimos acudir a Fondo Formación Euskadi.

Después de trasladarles los problemas específicos de nuestra empresa, nos diseñaron un plan de acción totalmente práctico y ajustado a nuestras necesidades. Estas dos características, practicidad y acciones a medida, tuvieron un efecto muy positivo en quienes tuvimos el placer de asistir al curso. En el curso, destinado a los 3 encargados y a los propietarios, se diseñaron conjuntamente entre la formadora y los participantes tácticas y técnicas de comunicación entre nosotros y también con el resto de la plantilla.

Los cursos tuvieron su espejo práctico en 2 libros que se han convertido en nuestros cuadernos de bitácora. Cuadernos desconocidos hace un año por todos nosotros e imprescindibles hoy en día para el correcto funcionamiento de la empresa. Esos libros son el LIBRO DE INCIDENCIAS y el LIBRO DE COMUNICACIÓN.

En el libro de Incidencias reflejamos de forma escrita cualquier incidencia que ocurra en el trabajo. Las incidencias pueden ir desde un cliente mal atendido con sus correspondientes causas y consecuencias, hasta un uniforme mal planchado o un cliente contento con una acción concreta. A este libro tiene acceso cualquier miembro de la empresa, aunque es cierto que básicamente es rellenado por los encargados. Cada dos semanas se hace una revisión del libro y se intenta poner soluciones que después son compartidas en reuniones con el resto de la plantilla. Todos reciben la misma información y a la vez.

El libro de comunicación es únicamente para los encargados y con él hemos anulado los problemas que nos generaban los cambios de turno y el pasar información de un turno a otro en pleno servicio con exposición total al cliente. En este libro informamos al encargado de cada turno sobre las incidencias del trabajo, pedidos realizados, tareas pendientes, etc…

Son acciones simples, que requieren de un mínimo compromiso pero que tienen unos efectos muy positivos e inmediatos. Después de 85 años estamos convencidos de que aún nos quedan muchas cosas por mejorar y este curso ha sido para nosotros tan revitalizante como práctico y eficaz.»

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