11Feb

Reconocer el saber hacer

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Sistema de reconocimiento de competencias profesionales

Dos de los cambios más significativos que ha introducido la nueva formación profesional son, por un lado, elestablecimiento de la formación profesional como un todo, compuesto por: la FP del Sistema Educativos y la FP para el empleo, y por otro, la posibilidad de reconocer las competencias profesionales adquiridas mediante experiencia laboral o aprendizajes no formales e informales.

Hasta el momento, pocas son las convocatorias de procedimientos de evaluación y acreditación que se han aprobado en el País Vasco.  En nuestra comunidad,  han acudido al Dispositivo alrededor de dos mil personas lo que resulta claramente insuficiente. Por esta razón, es preciso, que desde la Agencia Vasca para la Evaluación de la Competencia se fomente la aprobación de convocatorias de reconocimiento que permitan la participación de un mayor número de trabajadores/as. Ello permitirá que se mantenga la competitividad de las empresas y cumpla con los objetivos planteados desde Europa dirigidos a aumentar las oportunidades de empleo de los jóvenes y las personas con baja cualificación.

Ante esta situación, las organizaciones sindicales y empresariales más representativas de cada sector económico de nuestro país deben instar a la Administración competente en cada Comunidad Autónoma para la realización de convocatorias específicas con el fin de impulsar la acreditación de competencias en su sector de actividad hasta ahora insuficiente, tal y como hemos descrito anteriormente.

Para ello, los diferentes sectores interesados podrían ofrecer su personal humano y recursos económicos,  con el fin de poner en marcha los dispositivos de reconocimiento de competencias, respetando en todos los casos, los procedimientos oficiales. Este tipo de iniciativas permitirá que el sistema no se paralice y evolucione aunque se trate de un proceso que requerirá su tiempo.

En nuestra opinión es desde los sectores, desde dónde se realizarían los esfuerzos para buscar la complicidad de los trabajadores/as e involucrarles en el proceso. Al mismo tiempo, se necesitaría convencer a la Administración sobre el peso del propio sector en el tejido productivo y la necesidad de habilitar a sus profesionales como Asesores y Evaluadores, como agentes «participantes» en el proceso. Es indiscutible que contar con profesionales de los procesos productivos del sector, avala el éxito del programa y la confianza de los candidatos/as en el dispositivo.

Asimismo, en paralelo al trabajo que se realizaría desde las oficinas de Lanbide, las agrupaciones sectoriales podrían organizar un servicio de orientación a los/as trabajadores/as. Es clave que se inviertan esfuerzos en informar al candidato sobre la naturaleza y fases del procedimiento, requisitos y condiciones de acceso, derechos y obligaciones, así como de las acreditaciones que pueden obtener y sus efectos.

En definitiva, estamos en el buen camino, pero no podemos olvidar la necesidad de una mayor colaboración entre los diferentes agentes, la dotación de recursos económicos para el desarrollo del sistema y la aprobación de decretos que posibiliten la aprobación de nuevas convocatorias para alcanzar los objetivos establecidos por Europa.

 

Área de Proyectos Europeos y Desarrollo Organizacional de Fondo Formación Euskadi

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