Lo
s consumidores/as cada vez somos más estrictos, conocemos más la oferta y en consecuencia exigimos calidad, exclusividad e imagen en lo que adquirimos. Paralelamente, con la evolución y el desarrollo en la mejora continua, en la competitividad y en la calidad que exigimos a las empresas, se observa una tendencia a aplicar estos requisitos a las personas, viéndonos obligados a obtener nuevas capacidades tanto profesionales como personales que nos diferencien del resto y, en definitiva, nos aporten una identidad y un posicionamiento en el mercado como los/as profesional que somos.
Nos percatamos de la necesidad de gestionar nuestra propia marca personal que nos dará visibilidad y mostrará solidez profesional aunque para ello, es imprescindible conocerse mejor a uno mismo, comprometerse en mejorar constantemente y desarrollar la propia identidad, mostrando así una ventaja competitiva. Unas sesiones de coaching, inteligencia emocional y formación continua en el área en el que queremos actuar, nos pueden ayudar.
En la actualidad, grandes personalidades han potenciado su marca personal posicionándose como líderes en su campo de actuación y consiguiendo así sus objetivos, es el caso de Steve Jobs, Larry Page, o casos más cercanos como Rafa Nadal o Amancio Ortega. En mayor o menor medida, conscientes o no de ello, todos requerimos de nuestra propia marca personal.
Hoy en día no basta con que nos creemos un perfil en una red social, aunque es un factor importante que se debe contemplar; no es suficiente puesto que un sistema informático jamás podrá sustituir el contacto humano. Lo principal es trabajar cómo te ven los/las demás, igual que una empresa analiza cómo es percibido un producto determinado por los potenciales consumidores/as, nosotros/as deberíamos lograr el impacto deseado.
Te has planteado alguna vez ¿Cómo te ven los demás y cómo quieres que te vean?
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