En estos días nos llegan mensajes contradictorios sobre la inversión que las empresas destinan a la formación de sus plantillas.
Por un lado, un estudio realizado por la CEOE sobre la formación en las empresas españolas, concluye que éstas están a la altura de las de los países de nuestro entorno. Dando como dato que la cultura de la formación está implantada en el 80% de las estrategias empresariales.
Si entramos a valorar qué empresas ha tenido en cuenta la CEOE para realizar el estudio, encontramos nombres como Telefónica que contabiliza un millón de horas de formación a través de la red, Unión Fenosa que canaliza los proyectos formativos de sus empleados/as a través de su propia Universidad Corporativa, Banco Santander que realiza la formación mediante el canal virtual Form@via, IBM que alterna los 1.600€ que dedica a cada trabajador/a con la formación presencial y modalidad on line…
Dista mucho de los datos que nos llegan de otros estudios. Cada vez es más común escuchar que los Departamentos de Recursos Humanos de las empresas han recortado sus presupuestos de formación, la formación que se mantiene es formación técnica y no en habilidades, siendo los cursos que se imparten mayoritariamente de informática seguidos por prevención de riesgos laborales e idiomas.
¿Cuál es mi experiencia personal después de haber trabajado en 4 Departamentos de Recursos Humanos a lo largo de mis años de experiencia profesional? Fundamentalmente dos:
-Las empresas no realizan Planes de Formación alineados con la estrategia y la misión de la Organización y la mayoría de las veces nos encontramos gastando el crédito sin criterio que se nos concede para poder tener, al menos, la misma cantidad el año siguiente.
-No se tiene en cuenta cuando se decide que una persona realice una actividad formativa, su desarrollo profesional relacionada con su carrera en la Empresa sino que se le da la oportunidad porque la Organización en ese momento necesita que una persona sepa de «eso». Muchas veces sin tener en cuenta a quién ni si ese quién es una persona a potenciar.
Se nos olvida que en época de crisis es cuando más formados/as tenemos que tener a nuestros trabajadores/as ya que a la Empresa se le pedirá un esfuerzo para sobrevivir y este esfuerzo no se dará sin conocimientos más y mejores de su plantilla. La que construye y alimenta la Empresa y es que sin dudarlo, pierde quien no forma.
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